Salud en las Comunidades Rurales
Creado por: Lina Paricia Diaz, coordinadora en salud de la Fundación Vive con Bienestar-BIVE
El derecho a la salud mediante la cobertura Universal de la misma, traducido en el acceso garantizado a servicios seguros y una atención con calidad para cualquier persona sin ningún tipo de discriminación y sin que esto suponga dificultades financieras, se constituyó en una prioridad mundial a partir del año 2015 en la agenda para el desarrollo. Se debe disponer personal de salud en número suficiente y con la cualificación adecuada para prestar servicios de calidad a toda la población lo cual permitirá avanzar al desarrollo de los objetivos sostenibles (ODS) (Antonnieti, Esandi, Ortiz, OPS 2022).
Los campesinos usualmente han sido reconocidos como las personas que viven y trabajan en la zona rural, sobresalen por su participación activa en la producción agrícola y se mueven en un contexto cultural enmarcado por sus conocimientos, hábitos y costumbres. En la actualidad las familias del campo o zonas rurales se ven sometidas a determinantes sociales como la disminución del empleo, el aumento de extensión en sus tierras y la disminución de la pequeña y mediana propiedad, lo que genera mayor insatisfacción de sus necesidades básicas y en consecuencia afectación, de su calidad de vida (Rodríguez Jiménez, Camacho Segura, & Tocancipa Falla, 2013).
Algunos estudios desarrollados sobre la salud de comunidades rurales se centran en los procesos de salud-enfermedad del individuo, con especial énfasis en temáticas relacionadas con enfermedades cardiovasculares o crónicas (Mohd Azahar, Krishnapillai, Zaini, & Yusoff, 2017), dejando de lado el desarrollo integral y familiar desde otros puntos de vista. En una investigación realizada por docentes de la universidad de Caldas frente a los Saberes populares en Salud de un segmento de familias campesinas pertenecientes al municipio de Villamaría-Caldas y utilizando una metodología etnográfica interpretativa, se develan algunos conceptos de gran interés como: la identificación del tema cultural, “Con nuestros saberes populares salimos adelante y nos cuidamos”, justificado por medio de tres patrones: “Sobreviviendo con la familia, la espiritualidad y quiénes nos apoyan”, “Riesgos y experiencias ante la salud-enfermedad” y “Con las comidas y métodos para curar sobrevivimos a los riesgos”.(Orozco Castillo, Giraldo Osorio & Betancurth Loiaza, 2020).
La legislación colombiana en salud, pretende el alcance de las comunidades rurales con un enfoque diferencial en los procesos de atención, sobre todo aquellas zonas que son de difícil acceso geográfico y que presentan condiciones especiales como por ejemplo las que tienen influencia de grupos armados, pero hay factores propios y externos que establecen barreras en los procesos, tales como: la consecución de citas que no es fácil, el traslado para atención médica que en muchas ocasiones se dificulta desde la parte económica e incluso geográfica, la no disponibilidad de medios de transporte, así mismo la ausencia de especialidades (las cuales sobre todo se concentran en las áreas urbanas), el desplazamiento forzado de los territorios, entre otros factores, que conllevan a que nuestra población rural acceda con frecuencia a sus conocimientos tradicionales o consulte a la medicina ancestral u homeópata o que incluso pregunte al farmaceuta o al saber popular.
Pero de otro lado se observan estrategias a cargo de las IPS Municipales en alianza con las direcciones locales de salud e incluso con aseguradores que buscan mitigar este impacto, realizando acciones que faciliten el acceso a los servicios, a través de unidades móviles, campañas en salud, desplazamiento de ambulancia al identificar la emergencia, atención a la población sin barreras los días en que la misma demande el servicio, realizando búsquedas activas y estableciendo centros de salud acorde a la concentración de la comunidad en los diferentes territorios; de igual forma se han aprovechado estrategias tecnológicas disponibles como las llamadas a través de celular, los mensajes de texto o vía WhatsApp.
También encontramos modelos de atención en salud tan exitosos como el establecido para las comunidades Indígenas y que se denomina SISPI (Sistema Indígena de Salud propio e Intercultural) el cual se centra en el reconocimiento de cuatro componentes: 1) Sistemas de salud interculturales, 2) Político Organizativo, 3) Administración y gestión, 4) Educación, formación integral en salud e investigación. Este modelo reconocido por el Ministerio de Salud y protección social, integra la medicina convencional con la medicina ancestral y se articula a las políticas nacionales.
En la fundación “Vive con Bienestar-Bive” se ha desarrollado un trabajo de gran valor con comunidades vulnerables ejecutando programas específicos acorde a las necesidades detectadas. Desde el año 2015 se crea “Bive Cafetero”, en alianza con las Cooperativas de Caficultores donde se busca mejorar las condiciones de acceso a servicios de salud de la población cafetera, garantizando cumplimiento de los atributos de calidad. En la actualidad se viene ejecutando un proyecto social denominado “Bive Previene ” el cual integra un modelo de plataforma tecnológica y recurso humano a través de Trabajadores Comunitarios en Salud para la detección temprana y oportuna de tres eventos de interés en salud pública (Dengue, Malaria y Tuberculosis) prevalentes en 6 territorios del País (Cartago- Valle, Chinchiná-Caldas, Pueblo Rico-Risaralda , Mariquita- Tolima, Tadó-Chocó y Dorada- Caldas) así mismo se integra un componente educativo y de fortalecimiento de capacidades, al igual que la articulación con el sistema local de salud en los casos de riesgo.
En conclusión:
La salud en las comunidades rurales debe ser uno de los temas más importantes en las agendas de cada gobierno y las políticas que se formulen, se deben gestionar con las comunidades acorde a su contexto cultural, sin dejar de lado sus saberes y creencias.
Desde el lugar donde nos encontremos podemos aunar esfuerzos en favor de las comunidades rurales, que redunden en promover mecanismos para brindar una atención integral, con calidad y humanizada desde la baja hasta la alta complejidad.
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